¡¡¡¡Feliz día de Reyes a tod@s!!!!
Hoy, por ser un día especial, os traigo una pequeña reflexión sobre los Reyes Magos y sus envoltorios.
¿Aún crees que son mágicos de verdad? Yo cada vez estoy más convencida que parte de su magia la sacan de sus conocimientos matemáticos. Sí, sí; creo firmemente que detrás de toda esta noche mágica están las Matemáticas también.
Os cuento por qué pienso todo esto. Ellos, en esta época del año, se encuentran con un reto difícil y no es encontrar el regalo perfecto para cada un@ de nosotr@s; esa es la parte fácil. El verdadero reto se encuentra en envolverlo. ¿Cómo consiguen hacerlo para que no sepamos qué hay dentro con solo mirar el paquete? ¿Cómo hacen para que el envoltorio quede siempre bien? ¿Cómo saben cuánto papel usar para que no les quede un burruño de papel al cerrar el paquete? Pues, efectivamente… ¡¡¡Matemáticas!!!
¿Tú te lo has planteado alguna vez? Piénsalo. Con un cuadrado o rectángulo de papel plano consiguen envolver cualquier tipo de figura geométrica… ¿Cómo lo hacen?
¿Has intentado alguna vez envolver un objeto redondo como por ejemplo una pelota? Seguro que la respuesta es sí. Ahora te pregunto de nuevo: ¿cómo lo has hecho?
Seguro que has optado por la vía rápida, como yo: una bolsa o una caja de regalo y listo. ¡Claro que sí! Hay que tener recursos para solventar problemas (algo para lo que también nos preparan las Matemáticas, pero de esto ya hablaremos otro día).
En este caso nos encontramos con un problema complicadísimo y eso se debe a la dichosa curvatura de Gauss. Para que quedara bien envuelta la pelota se debe imitar la curvatura de una figura redonda con un trozo de papel plano y así conseguir que quedara como la piel de una naranja, rodeando el objeto. Pero la naturaleza es más sabia que nosotros; ella sí sabe envolvernos las naranjas preciosas, pero nosotr@s no vamos a poder envolver la pelota con un solo trozo de papel de regalo, puesto que no podemos hacer que un papel plano adquiera la misma curvatura que el objeto.
L@s expert@s recomiendan que, para envolver un regalo bien bonito, debemos usar la mínima cantidad posible de papel de regalo y de cinta adhesiva. Así, además de evitar arrugas feas, conseguiremos aprovechar al máximo el material del que disponemos. Y esto, querid@s míos, se consigue no solo dominando la geometría, las áreas, los volúmenes, los despieces de las figuras geométricas, sino también usando los problemas de optimización, para no desperdiciar material, ¡que está la vida mu mala!
Total, que saben derivar y hacer problemas de optimización también. ¡Flipas! No sé vosotr@s, pero yo cada vez estoy más convencida que estos tres saben perfectamente lo que tienen que hacer.
Ya decía yo que era demasiado raro eso de que trabajan una sola vez al año… no podía ser así. Y es que el resto del año deben pasarlo estudiando geometría para hacer el envoltorio perfecto para cada forma.
¡¡¡BOOM!!! MATEMÁTICAS al rescate de los reyes. ¿No serán los Reyes Matemáticos en lugar de Mágicos? Yo apuesto que si no los son, cerca andan de serlo.
Por todo esto, queridos Melchor, Gaspar y Baltasar, GRACIAS por una noche llena de magia y Matemáticas y por demostrarnos que las Matemáticas sirven para cosas cotidianas. Prometo que, cuando me levante a ver los regalos, no destrozaré el papel a lo loco sin antes admirar la gran labor que habéis hecho.
¡¡¡Nos vemos el año que viene!!!
Me ha encantado Ana!! Desde luego que es todo un arte el envolver regalos!!!
Que maravilla que te guste Sofiliqui!
La verdad es que sí es todo un reto, pero tú aunque no lo creas, de esto de las matemáticas de los envoltorios sabes mucho.
Gracias por pasarte por aquí y dejar tu opinión. Un beso